lunes, 5 de noviembre de 2018

Ensayo de la Divina Comedia El Infierno

Ensayo de la Divina Comedia "El Infierno"

¿Te has puesto a pensar que viene después de la muerte?  Dante Alighieri, poeta de Florencia,Italia quien a los 35 años tuvo una visión única e increíble la cual nos la presenta en la Divina Comedia.

Estaba desorientado,  lo sentía tan real pues era tan triste que sentía que se trasladaba ciego,  agotado y exhausto.
Se encontró con una enorme Pantera,  muy asustado pero algo lo hizo recobrar el ánimo era el aire de primavera y la luz del Sol que le daban fuerzas para enfrentar a la bestia,  todo se puso peor cuando apareció un tigre y la única salida que tenía estaba una loba hambrienta. Desesperado alcanzó a ver una sombra y grito con todas sus fuerzas "Quien quiera que seas por favor ten piedad de mi",  la sombra volvió a avanzar y se sorprendió al ver que era nada más y nada menos que Virgilio un poeta romano al cual admiraba por su obra llamada la Eneida donde obtuvo el interés por la poesía y el mundo de las letras.
En su visión Virgilio estaba dispuesto a ser su guía,  para ayudarlo a llegar hasta una colina.  Pero parecía imposible subir por la colina pues solo había un camino que conducía al mundo de los espíritus.
Virgilio le explicó entonces el sendero que abarcaría su visión.

Primero se encontraba un sombrío lugar en donde se encuentran quienes pecaron en la tierra quienes sufren por su maldad el temido infierno.

Pero otro espíritu lo estaría esperando,  "Beatriz" La amada Beatriz,  a quien ansiaba ver.  Una hermosa muchacha florentina,  con cabellos dorados,  enormes ojos como zafiros,  a quien conoció desde niño a quien jamás pudo olvidar.  La musa de sus poemas,  la diosa de sus sueños,  a quien jamás pudo declararle su amor pues cuando estaba dispuesto a declararle su amor se enteró que ella había muerto a la edad de 20 años,  por una terrible enfermedad mortal.

Se sintió con tanta dicha por saber que se encontraría con ella su gran amor,  sin embargo le esperaba un largo camino para encontrarse con ella.

Siguiendo el camino,  se dio cuenta que  seria digno y podría conocer las regiones eternas donde ningún hombre vivo habria llegado jamás.
Advirtió a Virgilio sobre sus dudas y temores,  el poeta le explicó que sus temores eran normales y le explicó porque el estaba allí a su lado pues se encontraba en el limbo junto con Beatriz quien le suplicaba que fuera en su ayuda.

Siguió a su maestro durante el camino profundo y solitario,  hasta encontrarse con un oscuro portal,  que tenía una inscripción grabada " Es por mi que penetras en la ciudad del llanto,  es por mi que te diriges al dolor eterno,  allí sufre la raza condenada,  yo fui creado por el poder divino,  deja a un lado la esperanza si entras aquí "
Era la puerta del infierno,  el temor volvía a resguardarse y era necesario despogarse  de toda la cobardía.
Atravesaron el umbral,  al instante se escucharon una infinidad de suspiros,  quejas y gemidos. Estos sonidos inundaron su alma, no pudo contener el llanto pues realmente se tenía que ser fuerte para atreverse a cruzar por las llamas del infierno.

El Infierno es un enorme valle cónico y está dividido en nueve niveles o círculos, cada cual más profundo y estrecho que el anterior. Para llegar hasta él hay que cruzar el río Aqueronte, y las almas lo hacen en la barca de Caronte.


Círculo primero
El círculo primero es el Limbo, donde están quienes, sin haber cometido falta alguna, han muerto sin haber recibido el bautismo; en particular, todos cuantos nacieron antes de la llegada de Cristo. Las excepciones son Adán, Abel, Noé, Moisés, Abraham, Isaac, Jacob y sus doce hijos, Raquel y "otros muchos", que dejaron el Infierno cuando fue visitado por Jesucristo entre su muerte y su resurrección, y fueron entonces convertidos en santos. Los que están en el Limbo no sufren tormento alguno, salvo el saber que estarán allí para siempre.

Círculo segundo
A la entrada del círculo segundo está el rey Minos, ante cuya presencia todas las almas confiesan sus pecados y él los asigna al lugar del Infierno que les corresponde. En este círculo se castiga a "los lujuriosos, que la razón someten al deseo", eternamente arrastrados de un sitio a otro por un terrible e incesante viento. Entre ellos se encuentran Francesca da Rimini y Paolo Malatesta. Los amantes explican cómo estaban leyendo la historia de Lanzarote y la reina Ginebra y, en el punto en que los personajes se besaron, ellos lo hicieron también, y así empezó su perdición.

Círculo tercero
El círculo tercero está guardado por Cerbero, el perro de tres cabezas. Aquí se castiga el pecado de la gula. Los condenados sufren una tormenta perpetua, con lluvia y granizo.

Círculo cuarto
El círculo cuarto está guardado por Pluto, el dios romano de la riqueza, y en él se encuentran los pródigos y los avaros, condenados a hacer rodar pesadas rocas desde las laderas del valle hasta chocar en el centro. Entre los condenados hay numerosos clérigos, cardenales y papas.

Círculo quinto
En el círculo quinto está la laguna Estigia, vigilada por Flegias, hijo de Marte. Enfangados en ella, luchando eternamente unos contra otros, a golpes y mordiscos, están los condenados por el pecado de la ira, mientras que debajo del agua están los acidiosos, es decir, los perezosos y los que vivieron tristes y deprimidos sin motivo. Entre los iracundos estaba Felipe Argenti, florentino llamado así porque en una ocasión hizo herrar a su caballo con herraduras de plata. Su familia, los Adimari, fue la que se quedó con los bienes de Dante cuando fue exiliado.

Los cuatro círculos anteriores castigan los pecados de incontinencia, mientras que los círculos siguientes castigan (más severamente) la maldad en sentido estricto. La región que comprende a todos ellos se llama Dite (un nombre latino para el Hades, o el Infierno), una ciudad que toma el color rojo de las llamas que hay en ella por todas partes, y está rodeada de murallas, cuyas puertas guardan los demonios.
Círculo Sexto
En el círculo sexto se condena a los herejes. Está sembrado de tumbas en cada una de las cuales arde el jefe de una secta herética junto con todos sus seguidores. Allí se encuentra Farinata degli Uberti.

Círculo Séptimo
El círculo séptimo está custodiado por el Minotauro, en él se castiga a los violentos y está dividido en tres recintos:

  • Recinto primero

Aquí se castiga a los que cometieron violencia contra el prójimo, cuyas almas hierven en el Flegetonte, un río de sangre. Los que intentan salir de él son devueltos por las flechas de los centauros que vigilan sus orillas.


  • Recinto segundo

Aquí se castiga a los que cometieron violencia contra sí mismos (los suicidas) o contra sus posesiones (dilapidadores). Los que han renunciado a su cuerpo mediante el suicidio lo pierden para siempre, pues cuando sus almas son arrojadas a este recinto se convierten en árboles que sangran cuando las arpías se comen sus hojas. Los dilapidadores son perseguidos y devorados por perros.


  • Recinto tercero

En el recinto tercero se castiga a quienes cometieron violencia contra Dios y sus designos: blasfemos, homosexuales y usureros. (Los usureros no respetaban el mandato divino de ganarse el pan con el sudor de su frente, sino que se lo ganaban con el sudor de la frente ajena.) Se trata de un arenal ardiente sobre el que cae una lluvia de fuego. Los blasfemos están tendidos boca arriba, lo que les impide protegerse de la lluvia; los usureros están sentados, lo que les permite estar algo más resguardados, mientras que los homosexuales pueden correr libremente (y si uno se para se ve obligado a estar parado durante cien años).

Círculo octavo
En el círculo octavo se condenan las distintas clases de fraude, y se llama Malasbolsas, porque está dividido en diez recintos o bolsas. Está separado del anterior por el río Flegetonte, que forma una gran catarata.

  • Bolsa primera: En ella se castiga a los seductores, azotados por demonios cornudos, provistos de látigos.
  • Bolsa segunda: Aquí están los aduladores, hundidos en estiércol.
  • Bolsa tercera: Aquí se castiga la simonía. Cada reo está metido boca abajo en un agujero, de modo que sólo le asoman los pies en llamas. Dante se encuentra con el Papa Nicolás III, que confunde al poeta con Bonifacio VIII (que aún no ha muerto, pero ya está destinado a este lugar del infierno, y tras él le seguirá Clemente V, que destruyó a los templarios por dinero).
  • Bolsa cuarta: Aquí se castiga a los adivinos, que caminan hacia atrás porque les han retorcido el cuello, de modo que tienen la cara en la espalda.
  • Bolsa quinta: Aquí están los estafadores, a los que unos demonios negros sumergen en una espesa resina ardiente y les pinchan con sus garfios si asoman la cabeza.
  • Bolsa sexta: Aquí están los hipócritas, que iban vestidos con capas que por fuera eran de oro y por dentro de pesado plomo, que se veían obligados a llevar con gran esfuerzo. Caifás, Anás y todos los judíos que decidieron la crucifixión de Cristo estaban crucificados, desnudos en el suelo, de modo que los demás hipócritas pasaban por encima de ellos.
  • Bolsa séptima: Aquí los ladrones desnudos entre serpientes que se les suben encima, les muerden y hacen que se deshagan en cenizas, pero luego se recomponen para seguir sufriendo el tormento.
  • Bolsa octava: Es un foso en llamas, donde se castiga a los que sembraron discordia.
  • Bolsa novena: Unos demonios desgarran en ella a los "sembradores de escándalo y cisma", entre los que se encuentran Mahoma y Alí.
  • Bolsa décima: Los falsificadores caminan aquejados de distintas enfermedades. Entre ellos está Gianni Schichi, que falsificó un testamento para cobrar una herencia.

Círculo noveno
El último círculo está rodeado por los gigantes que forman una muralla humana que sobresale hasta la altura del círculo octavo. En él se castiga a los traidores, sumergidos en hielo. Se divide en cuatro zonas, en las que se castiga, respectivamente, a los traidores a su propia familia, a los traidores políticos, a quienes traicionaron a sus amigos (entre ellos Ugolino della Gherardesca y el cardenal Ruggieri degli Ubaldini) y, ya en el mismo centro de la Tierra, donde está Lucifer, se encuentran quienes traicionaron a sus benefactores, entre ellos Judas y los asesinos de César: Bruto y Casio.

Lucifer es un gigante de unos mil metros. Fue arrojado del cielo por el hemisferio austral, de donde se retiraron las tierras (todas concentradas en el hemisferio norte) y quedó el agujero que lleva hasta el centro de la Tierra. La tierra desplazada formó el monte del Purgatorio, junto al agujero, por el que fluye el río Leteo.

Conclusión: Dante Alighieri en su visión nos presenta un gran camino el cual es largo y muy difícil de recorrer pues es un agobiante recorrido. Lo siguiente sería una visita al purgatorio y después al paraiso,  según la época fue un poema épico,  una obra fundamental del pensamiento Medieval al Renacentista.
Donde se resume el amplio conocimiento de su fe religiosa y conocimientos filosóficos y Morales.
Es un maravilloso viaje con gran realismo que Dante Alighieri nos hace experimentar.



1 comentario:

  1. La conclusión no cubre lo solicitado asi como el ensayo de acuerdo a la rúbrica

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